Cuando la producción excesiva de tejido fibroso aparece después de una intervención, hablamos de fibrosis postquirúrgica. 

Fibrosis más frecuentes:

• Cicatriz de cesárea: la cicatriz está abultada, como un cordón, y en algunos casos enrojecida.
  Está cicatriz se extiende también en el abdomen y puede originar estreñimiento, dolores abdominales, piernas inflamadas e incluso lumbalgia.
  Todo depende del tiempo de evolución y de la situación previa de los tejidos pélvicos de la mujer.
  Es un proceso reversible.

• Fibrosis postquirurgica tras la intervención de una hernia de disco: es una complicación muy dolorosa que no indica una mala técnica quirúrgica, es una reacción tisular por la que aumenta mucho el tejido fibroso y atrapa las raíces nerviosas. El dolor es muy importante y aparece en cualquier postura.
  Es un proceso reversible .

• Cicatrices dolorosas: hay ocasiones en las que una cicatriz duele por si sola o al tocarla. La cicatriz puede ser secundaria a una operación, unos puntos o ser el resultado de una cicatrización sin intervención médica. Si hay dolor debe existir un atrapamiento de alguna terminación nerviosa por fibrosis.
  Son casos solucionables.

• Abdominoplastia: la paciente con fibrosis se queja de dolor abdominal, en caderas o lumbar. Hay pacientes que refieren también una dificultad para respirar profundo.
  Los resultados son muy satisfactorios.